viernes, 14 de agosto de 2009

DÍA DIEZ

Hoy he estado todo el día sola en el despacho aunque rezumban todavía las maldades de las chos, una pesadilla chunga. Sigo oyendo el sí guaita, el molt de patir, la ruminación de manzanas y el aire acondicionado a toda ostia. Desde primera hora he luchado contra el estupor, las agujetas y el mal rollo de estar aquí aislada todo el día oyendo voces en vez de estar tirada en un sofá o una playa, sala de cine, piscina, tomando cañas, engullendo raciones de bravas o promoviendo lo de la autoestima en una clase de bodypump.
Tras una hora de meditación intensa, ha sonado el teléfono. La cho2! No, no, no me llamaba para sacarle de un brownys sino porque la muy cabrona estaba más contenta que un pío de haberse largado a primera hora con una excusa chusca y le hacía despedirse ya que se va a no sé donde a lo del concurso para ser la próxima mujer de Borat. En serio que me ha dicho que le hubiera hecho ilu decírmelo en persona pero que como se las ha pirado que me lo zampaba igualmente por teléfono. No lo he podido evitar y le he preguntado por el transporte catastrófico que se llevaba hoy entre manos y que bien que todo bien. Cuando pienso en lo que cobra la muy cho.
También he hecho un gran esfuerzo para no ser desagradable con la husky que está por ahí olfateando y tengo que rodear su pipican para hacerme un ness. Hoy han tenido que ser varios. Mentiría si dijera que en alguna de estas no la he visto intentando tirar de un trineo, lleva toda una puta colección de souvenirs de su provincia colgados del cuello como complemento del conjunto de hoy, sin hablar del estiloso peluco indomable que no varía demasiado. ¿Y eso tendrá novios? Me lo pregunto en serio.

Para este fin de semana me pido: diezmil horas de dormir por dormir, 40000000000 raciones de calamares, doscientas docenas de higos maduros, tres libras de carne muy roja, toneladas de boquerones fritos, tres mil litros de bezoya con hielitos de bezoya, media tonelada de pasas secas de casablanca, un millón de carretes de polaroids, bocatas a doju para ir tirando, shocks constantes de adrenalina, 500 tostadas de pantomàquet, 10000 litronas de cafés con hielo, 700 tetra bricks de gazpacho alvalle, maratón de espagueti westerns Clint Eastwood, ocho mil doradas salvajes a la sal, Generation Kill todas las temporadas, 150 cazuelas de mejillones, 50000 aguacates de Málaga con sal, limón y aceite.

Un temazo:
“No time to waste
I've gotta move with haste
Sorry, baby, but I have no time to waste”

1 comentario:

Anónimo dijo...

Porfavor, tienes que buscar en Google earth: Puenta la reina. Provincia de Navarra.
Ahí es dónde nos encontramos ahora!
Un besazo!